jueves, 6 de junio de 2013

EL RETRATO-ROBOT

El alumno de secundaria, ese raro espécimen con el que los profesores se encuentran a diario en las aulas. ¿Quién es el alumno de secundaria?

Por una parte, hay puntos en común que tienen en general los alumnos de secundaria (de todos los tiempos):
La preocupación por los cambios corporales y por su aspecto.
La construcción social de los géneros, la diferenciación de roles masculinos y femeninos.
Mayor o menor grado de conflictividad en las relaciones familiares, el choque generacional y la visión de la autoridad de los padres como una limitación o como algo que coarta su libertad.
Las relaciones con los iguales, encajar en el grupo.
La exploración de los límites (libertad, situaciones de mayor o menor riesgo, transgresión…).
La conciencia del mundo en el que viven, de sus normas y sus valores, de aquello positivo y negativo.




     Y por otra parte, hay cuestiones específicas de los alumnos de secundaria del siglo XXI:

     §      Viven inmersos en la cultura del espectáculo, en la cultura de masas: cine, televisión, internet… son cosas indispensables. Y siempre te preguntarán: “¿Y no hay peli de eso?”

§      Son nativos digitales, es decir, han nacido de pleno en la era tecnológica, de modo que su dominio de la tecnología y de sus avances es mucho mayor que el nuestro. Pero además, esto supone que hacen las cosas de otro modo, sus fuentes de información están en internet y no en bibliotecas, la prensa es digital, la música se descarga… para ellos leer un libro impreso es algo prehistórico, prefieren el e-book.

§     Su forma de comunicación es más abierta, más directa y habitualmente más sincera (sobre todo a la hora de protestar…) y también son mucho más curiosos que generaciones anteriores.




Así pues, el alumno de secundaria en la actualidad es  un alumno que pregunta y participa más (en contraste con el alumno de generaciones anteriores, siempre callado y poco o nada participativo), que tiene mayor curiosidad e inquietud, pero que la canaliza de modo diferente al nuestro (por las nuevas tecnologías).


Diferentes tipos de alumno:

¨      El discutidor: se muestra disconforme con las decisiones que toma el profesor. Cuestiona todo y discute abiertamente con el profesor. Consejo: No te dejes enredar en sus discusiones y evita que monopolice el tiempo de clase.

¨      El positivo o alumno zen: ve las cosas con optimismo, por muchos trabajos y exámenes que les pongas. Su colaboración puede ser muy útil en caso de conflicto. Consejo: aprovecha su buen rollo en actividades de grupo.

¨      El sabelotodo: también conocido como “marisabidillo”, tiene una respuesta para todo, habitualmente con cierto tono de superioridad, y posiblemente lo haga retando al profesor. Consejo: no dejes que te gane terreno, pero tampoco te enfrentes a él. Ignóralo cuanto te rete si es necesario.

¨      El zorro: es una variante del sabelotodo. Pero su intención es hacer caer al profesor en alguna trampa, en algún error. Consejo: no te enfrentes de forma directa a él, deja que sea el grupo quien les responda.

¨      El tímido: habla poco, intenta pasar desapercibido y se socializa solo con aquellos alumnos que le resultan inofensivos (generalmente con el alumno buenazo). Consejo: hazle preguntas directas pero fáciles, para que hable y coja confianza en sí mismo. Refuerzos positivos en sus intervenciones.

¨      El ausente: este alumno también podría llamarse “el antisocial”. Hace solo las cosas que quiere o considera importantes, y cuando no le interesa simplemente desconecta y se niega a seguir. Consejo: actúa teniendo en cuenta su perspectiva e intenta aprovechar sus conocimientos para que participe.

¨    El lumbreras: a veces sus compañeros lo llaman empollón. Escucha atentamente lo que el profesor explica y en unos diez o quince minutos ya ha captado la idea. Lo suyo es talento natural. Siempre obtiene las máximas calificaciones, y además fácilmente. Consejo: proporciónale nuevos retos, aviva su intelecto. 


¨      El machaca: no tiene las cualidades del lumbreras, pero tiene la constancia y la voluntad necesarias para obtener calificaciones altas: lo suyo es esfuerzo. Sus altas notas se deben al sudor de su frente y no a factores externos. Consejo: reconoce siempre su enorme esfuerzo, se lo merece.



 ¨      El inconformista: este alumno sufre el síndrome de “No estoy suficientemente valorado”. Cree que merece siempre las máximas calificaciones y necesita obtenerlas, sea como sea (empollar, copiar en exámenes, pedir trabajos de otros años…), y cuando no las obtiene suele usar dos tácticas: 1) Llorar e intentar dar pena alegando problemas familiares, de salud o de cualquier otro tipo. 2) Enfadarse y hacer un drama, alegando que el profesor le tiene manía o que es un incompetente. Y buscar apoyo en el jefe de estudios, el director o los padres.  Consejo: ponle siempre la nota que se merece, ni más ni menos. No cedas nunca a su chantaje. 


¨      El pasota-flojo: el alumno que llega tarde, que va siempre ralentizado en comparación con sus compañeros (por ejemplo, todos están haciendo un trabajo en grupo, y él aun no se ha movido de su silla). Sin embargo, se agobia a última hora y le entran los miedos, los dolores de cabeza y sus clásicos “necesito más tiempo, por favor”, con carita de pena. Es el flojo porque no consigue aguantar esta presión. Consejo: intenta que adquiera hábitos de estudio, para que no le pille el toro a última hora. Hazle ver que si se organiza después no le entrarán “flojeras”.

¨      El pelota: este es un clásico. El que está siempre pendiente del profesor, intenta alabarle todo cuanto puede y le defiende siempre que el resto de clase le critica o ataca por alguna decisión. Su objetivo: subir nota. Consejo: intenta no caer en su trampa, cada alumno tiene la nota que se merece, no la que se le pone por ser más agradable o menos.

¨      El mafioso: el matón de toda la vida… Amenaza, roba y asusta a los compañeros; exige que le chiven respuestas en los exámenes, siempre usando la coacción. Y con el profesor se muestra desafiante y dominante. Si el profesor le lleva la contraria y corrige su comportamiento, su coche o incluso su integridad física pueden correr peligro.
 Consejo: no hay que ceder al chantaje, hay que intentar solucionar sus problemas de actitud, si es necesario rétale para que reaccione… pero ve a pie al instituto.

¨      El llorón: este alumno a veces se esfuerza y otras no, según el interés que le merezca la asignatura, sin embargo, pocas veces llega al nivel que se le exige y usa la lástima para intentar subir nota. Consejo: lleva pañuelos cuando quiera tutorías contigo y déjale claro que la nota se sube con esfuerzo, no con lágrimas. Díselo con firmeza, pero sin ser un borde para que no se pase al argumento del inconformista de “me tiene manía”.

¨      El colgado:
siempre distraído, pensando en sus cosas (que a veces tienen que ver con Star Wars o Lady Gaga), e incluso alguna vez se ha quedado dormido en clase. No suele hacer los deberes o se le olvidan en casa, cosa que afecta a sus notas. Consejo: abórdalo con preguntas sobre la explicación de esa sesión para que tenga que aterrizar e intentar responder.  

¨      El showman: también conocido como “el graciosete”. Este alumno aprovechará cualquier excusa para hacer un chiste o distraer al resto de la clase cantando, bailando o haciendo bromas. La disciplina no es lo suyo, lo suyo es el espectáculo. Consejo: ignora sus gracias o haz ver que son ridículas, que son de niño pequeño. Suele molestarles que les dejes como a críos.




¿Os he liado mucho con los tipos de alumno? Esto parecía un tienda de alumnos… ¡¡Menudo cambalache!!




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