El alumno de secundaria, ese raro espécimen con
el que los profesores se encuentran a diario en las aulas. ¿Quién es el alumno
de secundaria?
Por una parte, hay puntos en común que tienen en
general los alumnos de secundaria (de todos los tiempos):
- La preocupación por los cambios corporales y por
su aspecto.
- La construcción social de los géneros, la
diferenciación de roles masculinos y femeninos.
- Mayor o menor grado de conflictividad en las
relaciones familiares, el choque generacional y la visión de la autoridad de
los padres como una limitación o como algo que coarta su libertad.
- Las relaciones con los iguales, encajar en el
grupo.
- La exploración de los límites (libertad,
situaciones de mayor o menor riesgo, transgresión…).
- La conciencia del mundo en el que viven, de sus
normas y sus valores, de aquello positivo y negativo.
Y por otra parte,
hay cuestiones específicas de los alumnos de secundaria del siglo XXI:
§ Viven inmersos en la cultura del espectáculo, en la cultura de masas: cine, televisión, internet… son cosas indispensables. Y siempre te preguntarán: “¿Y no hay peli de eso?”
§ Viven inmersos en la cultura del espectáculo, en la cultura de masas: cine, televisión, internet… son cosas indispensables. Y siempre te preguntarán: “¿Y no hay peli de eso?”
§ Son
nativos digitales, es decir, han nacido de pleno en la era tecnológica, de modo
que su dominio de la tecnología y de sus avances es mucho mayor que el nuestro.
Pero además, esto supone que hacen las cosas de otro modo, sus fuentes de
información están en internet y no en bibliotecas, la prensa es digital, la
música se descarga… para ellos leer un libro impreso es algo prehistórico,
prefieren el e-book.
§ Su
forma de comunicación es más abierta, más directa y habitualmente más sincera
(sobre todo a la hora de protestar…) y también son mucho más curiosos que
generaciones anteriores.
Así
pues, el alumno de secundaria en la actualidad es un alumno que pregunta y participa más (en
contraste con el alumno de generaciones anteriores, siempre callado y poco o
nada participativo), que tiene mayor curiosidad e inquietud, pero que la
canaliza de modo diferente al nuestro (por las nuevas tecnologías).
Diferentes
tipos de alumno:
¨ El
discutidor: se muestra disconforme con las decisiones que toma el profesor.
Cuestiona todo y discute abiertamente con el profesor. Consejo: No te dejes enredar en sus discusiones y evita que
monopolice el tiempo de clase.
¨ El
positivo o alumno zen: ve las cosas con optimismo, por muchos trabajos y
exámenes que les pongas. Su colaboración puede ser muy útil en caso de
conflicto. Consejo: aprovecha su
buen rollo en actividades de grupo.
¨ El
sabelotodo: también conocido como “marisabidillo”, tiene una respuesta para
todo, habitualmente con cierto tono de superioridad, y posiblemente lo haga
retando al profesor. Consejo: no
dejes que te gane terreno, pero tampoco te enfrentes a él. Ignóralo cuanto te
rete si es necesario.
¨ El zorro: es
una variante del sabelotodo. Pero su intención es hacer caer al profesor en
alguna trampa, en algún error. Consejo:
no te enfrentes de forma directa a él, deja que sea el grupo quien les
responda.
¨ El
tímido: habla poco, intenta pasar desapercibido y se socializa solo con aquellos
alumnos que le resultan inofensivos (generalmente con el alumno buenazo). Consejo: hazle preguntas directas pero
fáciles, para que hable y coja confianza en sí mismo. Refuerzos positivos en
sus intervenciones.
¨ El
ausente: este alumno también podría llamarse “el antisocial”. Hace solo las
cosas que quiere o considera importantes, y cuando no le interesa simplemente
desconecta y se niega a seguir. Consejo: actúa
teniendo en cuenta su perspectiva e intenta aprovechar sus conocimientos para
que participe.
¨ El lumbreras: a veces sus compañeros lo llaman empollón.
Escucha atentamente lo que el profesor explica y en unos diez o quince minutos
ya ha captado la idea. Lo suyo es talento natural. Siempre obtiene las máximas calificaciones,
y además fácilmente. Consejo: proporciónale
nuevos retos, aviva su intelecto.
¨ El
machaca: no tiene las cualidades del lumbreras, pero tiene la constancia y la
voluntad necesarias para obtener calificaciones altas: lo suyo es esfuerzo. Sus
altas notas se deben al sudor de su frente y no a factores externos. Consejo: reconoce siempre su enorme
esfuerzo, se lo merece.
¨ El inconformista:
este alumno sufre el síndrome de “No estoy suficientemente valorado”. Cree que
merece siempre las máximas calificaciones y necesita obtenerlas, sea como sea
(empollar, copiar en exámenes, pedir trabajos de otros años…), y cuando no las
obtiene suele usar dos tácticas: 1) Llorar e intentar dar pena alegando
problemas familiares, de salud o de cualquier otro tipo. 2) Enfadarse y hacer
un drama, alegando que el profesor le tiene manía o que es un incompetente. Y buscar
apoyo en el jefe de estudios, el director o los padres. Consejo:
ponle siempre la nota que se merece, ni más ni menos. No cedas nunca a su
chantaje.
¨ El
pasota-flojo: el alumno que llega tarde, que va siempre ralentizado en comparación
con sus compañeros (por ejemplo, todos están haciendo un trabajo en grupo, y él
aun no se ha movido de su silla). Sin embargo, se agobia a última hora y le
entran los miedos, los dolores de cabeza y sus clásicos “necesito más tiempo,
por favor”, con carita de pena. Es el flojo porque no consigue aguantar esta presión.
Consejo: intenta que adquiera hábitos
de estudio, para que no le pille el toro a última hora. Hazle ver que si se
organiza después no le entrarán “flojeras”.
¨ El
pelota: este es un clásico. El que está siempre pendiente del profesor, intenta
alabarle todo cuanto puede y le defiende siempre que el resto de clase le
critica o ataca por alguna decisión. Su objetivo: subir nota. Consejo: intenta no caer en su trampa,
cada alumno tiene la nota que se merece, no la que se le pone por ser más
agradable o menos.
¨ El mafioso:
el matón de toda la vida… Amenaza, roba y asusta a los compañeros; exige que le
chiven respuestas en los exámenes, siempre usando la coacción. Y con el
profesor se muestra desafiante y dominante. Si el profesor le lleva la
contraria y corrige su comportamiento, su coche o incluso su integridad física pueden
correr peligro.
Consejo: no hay que ceder al chantaje, hay que intentar solucionar sus problemas de actitud, si es necesario rétale para que reaccione… pero ve a pie al instituto.
Consejo: no hay que ceder al chantaje, hay que intentar solucionar sus problemas de actitud, si es necesario rétale para que reaccione… pero ve a pie al instituto.
¨ El llorón:
este alumno a veces se esfuerza y otras no, según el interés que le merezca la
asignatura, sin embargo, pocas veces llega al nivel que se le exige y usa la lástima
para intentar subir nota. Consejo:
lleva pañuelos cuando quiera tutorías contigo y déjale claro que la nota se
sube con esfuerzo, no con lágrimas. Díselo con firmeza, pero sin ser un borde
para que no se pase al argumento del inconformista de “me tiene manía”.
¨ El
colgado:
siempre distraído, pensando en sus cosas (que a veces tienen que ver
con Star Wars o Lady Gaga), e incluso alguna vez se ha quedado dormido en
clase. No suele hacer los deberes o se le olvidan en casa, cosa que afecta a
sus notas. Consejo: abórdalo con
preguntas sobre la explicación de esa sesión para que tenga que aterrizar e
intentar responder.
¨ El
showman: también conocido como “el graciosete”. Este alumno aprovechará
cualquier excusa para hacer un chiste o distraer al resto de la clase cantando,
bailando o haciendo bromas. La disciplina no es lo suyo, lo suyo es el espectáculo.
Consejo: ignora sus gracias o haz
ver que son ridículas, que son de niño pequeño. Suele molestarles que les dejes
como a críos.
¿Os he
liado mucho con los tipos de alumno? Esto parecía un tienda de alumnos… ¡¡Menudo
cambalache!!
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