Y llegamos al final de
este blog dedicado a lo descubierto y aprendido a partir de la asignatura de Innovación
docente e iniciación a la investigación. Tal vez sea momento de hacer una valoración
de dicha asignatura y de paso, del propio Máster en Profesor/a de Educación
Secundaria.
Empezaremos por el
principio de los tiempos, tal y como dice Elvira Lindo por boca de su
entrañable Manolito Gafotas. Y en este caso el principio de los tiempos es el
inicio de las clases, el temido primer día: “¿Quiénes
serán mis profesores? ¿De qué va esto del máster de profe? ¿Investigación e innovación?”…
Mi cabeza era un hervidero y yo era un manojo de nervios. Y empezamos las clases de la asignatura y me
encontré ante algo desconocido por completo para mí: la investigación.
Investigación cuantitativa, cualitativa, integración
de datos, profesor como investigador… ¡una locura! Sin embargo, todo fue
tomando forma poco a poco y logramos llegar a apreciar el sentido de la investigación
(pero no seas impaciente, eso vendrá después). Y entonces llegó ella… la innovación.
De nuevo la locura, el sentirse perdido en un universo nuevo y reflexión… mucha
reflexión.
Y ahora que estoy en
el final del camino es cuando lo entiendo todo. Tal vez mi visión de los hechos
sea demasiado simple, tal vez no, pero grosso
modo, creo que la investigación es la manera de conocer los defectos y
carencias que hay en la docencia y en la didáctica, y que la innovación es
quien se encarga de intentar dar una solución a esos defectos o carencias que
la investigación detecta y estudia. Su misión es también crear nuevas fórmulas
que se adapten a los nuevos alumnos (como ya se ha dicho en otras entradas, mucho más
visuales y tecnológicos que sus predecesores).
La práctica docente debe asentarse en valores (el respeto, por ejemplo), y
requiere una revisión constante, que implica un proceso de reflexión profundo. A
lo largo del curso hemos visto que enseñar lengua y literatura supone una
reflexión y una propuesta de acción en torno a los elementos que han de
articular la educación lingüística y literaria en una sociedad plurilingüe y en
un contexto multicultural.
Y ahora, un repaso por algunos de los puntos
importantes de la situación. Las profesoras: muy distintas pero complementarias
entre sí. Mª José, puro nervio, siempre animándonos a luchar y enseñándonos el
valor de la curiosidad, de indagar, de querer ir siempre más allá. Ella es energía,
movimiento, frescura… es como un rock, lleno de vida, de rebeldía, del
inconformismo que requiere ser investigador y no conformarse con lo evidente. ¡Es nuestra Tina Turner!
Eva, menos nerviosa que su compañera, pero
igualmente dispuesta a transmitirnos sus ganas de enseñar y también de aprender
cosas de nosotros. Combina cierta dulzura con su carácter cuando lo necesita
(sobre todo cuando nos hemos quejado por la falta de organización del máster).
Ella podría ser nuestra Cher particular: polifacética, que combina a la
profesora con la mujer innovadora que se preocupa por la creatividad de sus
alumnos.
Juntas son un buen tándem, funcionan de forma
coordinada (cosa que se agradece mucho) y eso hace que la asignatura haya
resultado interesante y productiva para nosotros. Un buen tándem interpretando
una buena canción…
En definitiva, creo que la asignatura me ha
resultado muy útil e interesante y me ha abierto a descubrir muchas cosas
nuevas, desde qué es la investigación-acción hasta cómo realizar un portfolio
(término casi desconocido para mí antes del máster) en un formato diferente. Espero
que la valoración de esta parte os dé una idea de la experiencia global que ha
sido el Máster Universitario en Profesor/a de Educación Secundaria.
GRACIAS
El siguiente post (casi como una postdata) estará
dedicado a la bibliografía y recursos utilizados, por ello, quiero concluir
este blog tal y como lo empecé… con uno de los grandes de la música española:
Miguel Ríos.
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