sábado, 25 de mayo de 2013

BARTOK & KODALY


Zoltan Kodály y Bela Bartok, dos hombres que innovaron y renovaron el panorama musical, tanto a nivel instrumental como pedagógico, durante la primera mitad del siglo XX. Juntos empezaron en 1903 un estudio sobre la musicalidad folclórica balcánica en general, y magiar en particular. El trabajo de Bartók y Kodály, entre otros investigadores, se inserta en el inicio de la Etnomusicología en Hungría.


Por separado, cada uno realizó innovaciones importantes en el terreno musical. Empecemos con el método de Zoltan Kodály, que supuso una innovación en la metodología musical: el método Kodaly.
Zoltan Kodály


El método parte de la raíz cultural y de la realidad musical más cercana al niño basándose en el canto como actividad base de la enseñanza musical. El canto es el mejor camino para enseñar y aprender música.  Asi, se basa en el principio de que “la música no se entiende como entidad abstracta (solfeo en el plan antiguo), sino vinculada a los elementos que la producen (voz e instrumento) “. La práctica con un instrumento elemental de percusión y el sentido de la ejecución colectiva son los puntos principales en que se asienta su método.


Su método, desde el punto de vista pedagógico, se basa en la lecto-escritura, en las sílabas rítmicas, la fononimia y el solfeo relativo. Con las sílabas rítmicas, Kodály pretende relacionar a cada figura y su valor con una sílaba, con lo cual obtiene cierta sensación fonética y, por consiguiente, una relativa agilidad o lentitud en el desarrollo de las diferentes fórmulas rítmicas y su contexto global. (Ejemplos de sílabas rítmicas:  Ta ta ta ta [negras]   ti ti ti ti [corcheas]   ti ri ti ri ti ri ti ri [semicorcheas]).

Con la fononimia, pretende indicar mediante diferentes posturas y movimientos de las manos, la altura de los sonidos y que los alumnos los identifiquen con sus nombres respectivos.

Mediante el solfeo relativo se plantea la posibilidad de entonar cualquier melodía representada en una sola línea desde el punto de la escritura musical. Esta línea representa el pentagrama convencional y en ella estarán colocadas las diferentes notas con sus nombres respectivos debajo, dichos nombres no estarían completos ya que sólo aparecería la primera letra del nombre correspondiente.

Kodaly articula la formación musical en dos niveles:
Primer nivel (3-6 años de edad) à Basado en actividades musicales y juegos con canciones.
Segundo nivel (6-17 años de edad) à Está estructurado en ocho cursos donde trabajan el Canto Coral con alumnos seleccionados.

Esta estructuración de la enseñanza musical se mantiene en la actualidad en Hungría.

El Kodaly es un método con una gran dosis de diversión, es una forma fácil y divertida de aprender las notas musicales, puesto que no hay que aprendérselas de memoria como estamos acostumbrados. El método Kodaly se usa en escuelas de música y conservatorios de todo el mundo. 








Y ahora es el turno de Bela Bartok, quien como ya se ha indicado, comenzó sus investigaciones en Hungría entre 1903-1905 junto con Kodály. Recordemos que se dedicaron a recoger los cantos, la música instrumental y las danzas campesinas de Hungría, para luego transcribirlas en papel pentagramado y realizar un diagnóstico exhaustivo de los elementos (escalas, ritmos, intervalos musicales, velocidades, fraseo, etc). Luego Bartók fue extendiendo sus estudios a gran cantidad de pueblos: rumanos, rutenos, eslovacos, búlgaros, turcos.
Bartók al piano

Notable es la integración que se produce en el compositor, de todas estas influencias. A lo largo de los años va produciéndose una infiltración cada vez mayor de lo folklórico en su obra, en un proceso que el propio Bartók conoce y analiza. Se inicia con una estilización romántica de la música húngara (a lo Liszt), previo al comienzo de sus investigaciones con Kodály. Va atravesando distintos grados de compenetración con el material hasta llegar a la sublimación del folklore. En este último período ya no recurre a ninguna melodía documental del pueblo. Todo es creación del músico, que ahora maneja el idioma folklórico como el poeta domina su lengua materna.

En los años siguientes a las investigaciones realizadas con Kodály viajará por todo el centro de Europa llegando a sus confines e inclusive hasta el norte de África. A partir de la década del 30 comenzará a trabajar en la Academia Húngara de Ciencias para organizar y  publicar el material que había recolectado junto a otros investigadores.

En su artículo “Por qué y cómo recolectamos la música popular” de  1936, Bartók nos lega un testimonio revelador sobre sus objetivos personales con respecto a la investigación etnomusicológica, su credo personal en ese sentido. Nos muestra a un creador profundamente comprometido con su época. Es evidente que, muy a los inicios del siglo XX, cuando él decide dejar la prometedora carrera que le aguardaba como concertista de piano “tradicional” o como compositor “políticamente correcto” ya había comprendido los cambios, los enormes cambios que se estaban produciendo en el mundo. En lo político, en lo cultural, en el pensamiento. Él lo comprendió rápidamente: el Romanticismo había quedado atrás.

Su evolución se plasma en una de sus grandes aportaciones a la música: su obra Mikrokosmos, una serie de 153 estudios para piano de progresiva dificultad. Las piezas van desde estudios muy sencillos para principiantes hasta muestras muy difíciles de técnica avanzada. Su importancia sigue vigente, ya que las piezas de Mikrokosmos son usadas a día de hoy en las lecciones modernas para piano y en educación musical (yo misma he usado Mikrokosmos en mis inicios como pianista).

Bartók explicó que la pieza musical 
"aparece como una síntesis de todos los problemas musicales y técnicos que han sido tratados y en algunos casos sólo parcialmente resueltos en obras pianísticas anteriores." 
Se divide en seis volúmenes, de modo que los volúmenes primero y segundo están hechos para principiantes, el tercero y cuarto para un nivel moderado hasta avanzado, y el quinto y sexto están concebidos como piezas de concierto para tocarse profesionalmente.


Acabo este post con una muestra de Mikrokosmos, que pertenece al volumen VI.



Y otra pieza de Bartok interpretada por uno de los pianistas con mayor prestigio en el panorama musical actual: Lang Lang. Les dejo con el tercer movimiento de su Sonata para piano.




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